Camino de Santiago en bicicleta desde Madrid: un viaje exterior… y también interior
“El Camino de Santiago es, en realidad, un camino hacia el interior de uno mismo.”
El origen de esta ruta se remonta al siglo IX,
cuando el pastor Pelayo descubrió el cuerpo del apóstol Santiago en un “campo
de estrellas” (Compostela). El rey Alfonso II el Casto fue el primer peregrino
en visitar las reliquias y mandó construir una iglesia en aquel lugar: el
germen de la actual catedral. Con el tiempo, especialmente a partir del siglo
XI, el Camino se consolidó gracias al impulso de figuras como Carlomagno y a
guías como el Códice Calixtino, convirtiéndose en una de las rutas de
peregrinación más importantes de Europa y en un verdadero puente cultural.
El inicio de
un sueño
Cuando me mudé a Montecarmelo, me llamó la
atención una señal y un cruceiro del Camino de Santiago, justo en la ruta que
solía recorrer en bici hacia El Pardo. Desde entonces —hace ya 15 años—
guardaba en mente la idea de recorrerlo algún día. Ese día, por fin, llegó la
semana pasada.
700 km en 6
etapas hasta Santiago
Salimos el lunes 1 de septiembre con un objetivo
claro: cubrir los casi 700 km en seis días, llegar a Santiago el sábado
y regresar a Madrid el domingo.
🚴 Etapa 1:
Madrid – Nava de la Asunción (Segovia)
121 km pasando por el acueducto de Segovia
y superando el Puerto de la Fuenfría (1.796 m), el punto más alto del
viaje. La salida tardía (12:00h) hizo que esta primera jornada fuera una de las
más duras.
🚴 Etapa 2: Nava
de la Asunción – Villalpando (Zamora)
135 km con un enemigo claro: el viento en
contra durante todo el día. Lo mejor, sin duda, el alojamiento: una casa
rural donde pudimos descansar como reyes.
🚴 Etapa 3:
Villalpando – Molinaseca (León)
147,8 km y de nuevo el viento como protagonista. En La Bañeza se unió Quino, un gran amigo, que quiso compartir con nosotros aproximadamente la mitad del camino. La media de la jornada (20,4 km/h) nos confirmó que estaba en buena forma.
🚴 Etapa 4:
Molinaseca – Monforte de Lemos (Lugo)
Cruzamos a Galicia y fuimos testigos de los
estragos de los incendios en sus montañas. Una imagen que entristece y que
invita a la reflexión. La tarde la cerramos paseando por Monforte y cenando un
merecido pulpo a la gallega.
🚴 Etapa 5:
Monforte de Lemos – Lalín (Pontevedra)
La etapa más bonita: la Ribeira Sacra, con
sus cañones, viñedos en terrazas y monasterios milenarios. Hicimos una parada
para desayunar con vistas al río, un momento mágico. Aunque no fue muy larga en
distancia, acumuló más de 1.600 m de desnivel.
🚴 Etapa 6:
Lalín – Santiago de Compostela
La última jornada, corta pero especial. Queríamos
llegar con calma, saboreando cada pedalada. La entrada en la Plaza del
Obradoiro, frente a la catedral, nos llenó de emoción y, al mismo tiempo,
de cierta nostalgia: el viaje llegaba a su fin.
Más que un
viaje en bicicleta
El Camino de Santiago no es solo esfuerzo físico
y kilómetros. Es también introspección, conexión con la naturaleza y encuentro
con personas y lugares que dejan huella. Es un viaje interior que enseña
a valorar lo sencillo, a superar adversidades y a redescubrir la gratitud.
Siempre he creído que no hay mejor vida que
aquella en la que acumulamos experiencias junto a familia y amigos. Viajar es
la manera en que el mundo nos invita a soñar con los ojos abiertos.
“No importa el destino: lo que cuenta es la
huella que dejas en el camino. Viajar es perderse para volver a encontrarse.
Cada lugar tiene un latido, y viajar es escuchar el pulso del mundo.”
Ahora toca preparar la próxima aventura… porque
la mejor historia siempre es la que está por escribir.
✉️ Nota final: Si buscas un entrenador de triatlón titulado, no dudes
en escribirme: luis.arriba@gmail.com 😊
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