ULTRAMAN FLORIDA


"Cuando quieres algo con mucha intensidad ningún sacrificio es demasiado grande" (Rafa Nadal).


Tengo que empezar diciendo que ha sido la prueba más "intensa" que he hecho en mi vida. Han sido muchos los factores que han rodeado esta prueba y que la han dotado de todavía más dureza de la que tiene por sí. Realmente ha sido un reto más mental que físico. 

Así define Wikipedia la prueba: "El Ultraman es un triatlón de 3 días y 515 km de distancia. Se divide en tres etapas durante tres días: la primera es una de natación (10 km), seguido por ciclismo (145 km). La segunda etapa ciclismo (275 km) . La tercera etapa es una doble maratón (84 km). Cada etapa debe completarse dentro de las 12 horas o menos. La parte de natación de la etapa 1 debe completarse en 5,5 horas o menos. Los competidores que no lleguen a la línea de meta dentro de los límites de tiempo son descalificados".

Pero es mucho más, es de lo más extremo que se puede hacer si se quieren explorar los límites físicos y mentales.

Los días previos no fueron fáciles. Arrastraba una ciática que sufría desde el WC Oceanman Egipto. Podía nadar y entrenar el bici, aunque con molestias, pero me impedía correr. No obstante, poco a poco iba remitiendo (o, yo me iba acostumbrando al dolor) y decidí probar a correr la media maratón de Getafe, 15 días antes del viaje, y dependiendo de lo que ocurriera, decidiría. Conseguí correr en un tiempo de 1:27 ( 4:06 min/km), por lo que decidí que no iba a cancelar el viaje a Florida. 

Luego también estaban los requisitos para poder viajar a EE.UU, que exigían un Test Covid realizado 24 h antes del vuelo. Es decir, que si el test era positivo, me quedaba en tierra. 
Por si todo esto era poco, mi amigo Javier no podría venir conmigo y me tenía que buscar urgentemente a otra persona para la asistencia allí (son obligatorias dos personas). Menos mal que Ángel, el español residente en México que me ayudó en el Ultraman Cozumel y me ayudaría en este, me consiguió una persona. 

Con todo esto resuelto por fin el lunes 7 de febrero a las 12:40 p.m me encontraba sentado en el avión del vuelo nº 69 American Airlines rumbo a Orlando (Florida). Por fín pude respirar.
A las  19:50 p.m aterrizaba en Orlando después de hacer transbordo en Miami. En el trayecto de Miami a Orlando conocí a Evaristo, un panameño que acababa de hacer la maratón de Miami. Me pregunto que si hacía deporte y le dije - te voy a enseñar un libro que acabo de escribir- . Flipaba. No se podía creer que hubiera hecho tantas pruebas y que fuera a hacer el Ultraman de Florida. Me dijo que lo primero que haría en cuando llegará a casa sería comprar mi libro por Amazon je,je. 
Recogí la furgoneta de alquiler, una Chrysler Pacífica, de 7 plazas donde cabíamos los 5 y la bici de sobra, y me dirigí al hotel. Era un Resort donde estaba centralizada la organización de la prueba. La verdad es que era de lujo. Teníamos un apartamento con dos habitaciones. La mía tenía  jacuzzi y una cama de 2 x 2. 





Al día siguiente por la tarde volví al Aeropuerto a Buscar a "mi tripulación" (Ángel, sus dos hijos (Marc y Clarisse) e Irsis).

El miércoles lo dedicamos a probar el agua donde nadaríamos, ya que nos habían comentado que estaba helada, a 14 grados. De hecho la organización permitía el uso de guantes y escarpines. Yo me los había comprado en Decathlon el dia antes de mi partida por lo que no había podido probarlos. La verdad es que la sensación de nadar con ellos era rara, pero mejor eso que nadar sin ellos por que el agua estaba verdaderamente congelada. 
También aprovechamos a probar la bici y hacer los primeros kilómetros del día uno. Al final hice casi 40 kms, y las sensaciones fueron muy buenas. Rodaba a casi 40 km/h. 

El jueves lo dediqué a ultimar detalles y descansar. Mañana sería el primer día de tres laaaargos días. 

Primer dia (10 km natación + 145 km ciclismo):
Me puse el despertador a las 4:15 a.m. La verdad es que levanté animado y con ganas. 
A las 6:30 a.m estábamos en el lago Mineola, donde nadaríamos los 10 km. Realizamos la ceremonia y el rezo a los dioses previo que se realiza en todos los Ultraman y a las 7 a.m en punto nos sumergíamos en las gélidas aguas.  Los primeros metros son para localizar el kayak de asistencia que en mi caso iba manejado por Ángel. Mi estrategia era parar cada 2000 metros para tomar un gel y tres sorbos de isotónico. Me encontraba relajado nadando, sabiendo que los últimos 5 km serían los más duros y lo único que me preocupaba eran los escalofríos que sufría en algunos momentos por el frío. Confiaba en que no me diera una hipotermia y pudiera salir del agua para coger la bici. 




Después de 10230 metros, 3:49:56 seg y 6091 brazadas salgo del agua. A pesar de los guantes tengo las manos heladas y no puedo quitarme el neopreno. Marc, me ayuda tirando de él. Tardamos unos 8 minutos en realizar la transición. No está mal. Cojo la bici y enfilo la carretera de salida. Mi tripulación con el coche me esperaría más adelante. En un cruce dudo y tiro recto, por un momento pienso que me he equivocado, pero entonces veo a otro participante delante y me relajo. Falsa alarma. 


Pasan los kilómetros y me voy encontrando mejor. Noto que estoy asimilando bien la nutrición (un bidón con 12 geles y dos bidones con Sub 9 de 226). Parece que todo está saliendo según el plan previsto. 


Tengo que tener mucho cuidado con los coches y sobre todo los camiones ya que las carreteras secundarias no tienen arcén y te pasan muy cerca. 
A falta de 15 km paso por una zona con bastante atasco de coches. Voy circulando por la derecha y, de repente, sale un coche que no me vé y me empotro literalmente contra él. Lo primero que noto es un golpe muy fuerte en la cara y en la rodilla. Milagrosamente no me he caído y la bici está aparentemente bien, solo tengo que meter la maneta del freno delantero en su sitio ya que con el golpe se había salido. Como un autómata vuelvo a subirme en la bici y sigo pedaleando. Mas adelante, está Marc. Paro y le digo que he tenido un golpe con un coche y que si tengo algo en la cara. Yo realmente creía que me había partido el pómulo. Me dice que solo tengo un moratón y una herida en la rodilla. Continuo con una extraña mezcla de irá y miedo. Solo tengo ganas de llegar y hacer balance de la situación. A falta de 2 km otro participante intenta adelantarme, pego un arreón y le dejo clavado. Después de todo lo que había pasado no me iba a dejar adelantar fácilmente. Tiempo final: 8:48:48. Media ciclismo de 31,5 km/h. Posición Gral:11. 


Segundo dia (275 km ciclismo):
Gracias a Dios, me hice una cura al llegar a meta el día anterior y me levanté con algunas molestias en la rodilla pero nada grave. Lo que ahora me dolía también era la muñeca derecha. Bueno, así me distraería del dolor de rodilla. 
Salimos a las 7 a.m en punto y las sensaciones eran buenas. Las piernas respondían. 


Pasaban los kilómetros y llevábamos el plan a rajatabla. La idea era hacer una parada en el kilómetro 100 y otra en el 200. Allí cambiaríamos los bidones y estiraría un poco las piernas. 


Todo estaba saliendo bien. Incluso durante los últimos kilómetros nos juntamos cuatro circulando a distancia legal (15 metros). Lo mas pesado era que en todos los semáforos en rojo y ceda el paso teníamos que parar y poner un pie en el suelo. Mínimo paré unas 30 veces, con la consiguiente bajada de media de velocidad y lo que costaba arrancar de nuevo después hasta volver a coger velocidad de crucero. 



Tiempo final: 9:03:41. Media ciclismo de 31 km/h. Posición Gral:8. 
Y lo más importante contento por no haber tenido más consecuencias el accidente. Seguíamos en carrera. 

Tercer dia (84 km carrera):
El día amaneció lloviendo. No era algo que me preocupara excesivamente. Distinto hubiera sido si hubiera llovido en la bici, ya que hay la posibilidad de caída e incluso pinchazos aumenta exponencialmente. 
Ese día salíamos a las 6 a.m para evitar el calor de las horas centrales del día. 


Las sensaciones eran buenas. El plan era correr una maratón seguida a ritmo controlado de 5:41 min/km para hacerla en 4 horas. Luego haría una parada y acometería la segunda maratón corriendo de 5 en 5 km para hacerla en 4 horas y media. 


Hay una parte que discurre por un camino de tierra, " The Clemont Clay Loop", son 10 millas (16 kms) que rompen la monotonía de correr por asfalto. Me encantó. 


La segunda maratón es la parte más dura de un Ultraman. Las piernas empiezan a doler y los cuádriceps se ponen duros como piedras. Parece que corres con las "patas de palo" como Pinocho. 
En esos momentos es cuando hay que tirar de cabeza más que nunca. Mi "truco" es dedicar cada 5 kms a a un ser querido como mi padre, madre, mujer, hijos, etc. 


Sobre el kilómetro 74, cuando Irsis estaba corriendo conmigo, oigo que Ángel dice que suba al coche y que yo siga corriendo. No obstante, en ese momento me dí cuenta que algo no iba bien. Me acerqué al coche a preguntar y Ángel me dijo que estabamos perdidos y que no sabía por dónde seguir. Fueron momentos de mucha confusión. Al final decidimos volver al último punto donde sabíamos que era la ruta correcta. Ese punto estaba a casi 3 km de donde estabamos. Se me cayó el alma a los pies. Desde allí a meta quedaban 12 kilómetros. Creo que fueron los kilómetros que corrí mas rápido de todos. Iba como loco adelantando participantes que me habían adelantado durante la confusión. 


Tiempo final, 8:59:03 habiendo hecho casi 89 km en vez de 84. 


También habíamos recibido una penalización de 6 minutos por haber metido el coche en un camino de tierra donde no se podía. 

Clasificación final: 26:57:32. Puesto 11º ( 8º male y 2º  GE 50). 

No obstante estaba muy feliz, ya que había conseguido el objetivo, que era la clasificación para el Campeonato del Mundo Ultraman en Hawaii en noviembre. 

El día siguiente, lunes, teníamos el " Awards Brunch" donde los que habíamos acabado recibiríamos la "Finisher Jacket" y teníamos un discurso de 3 minutos donde podíamos hablar y agradecer a quién quisieramos el reto conseguido. 


También hubo un desfile de naciones, donde cada participante portaba la bandera de su país. La verdad es que son momentos muy emotivos. Te sientes como en los Juegos Olímpicos. 

El miércoles a las 19:45 p.m salía el vuelo de vuelta a España. Había vivido una experiencia inolvidable y unos días, como he comentado, muy intensos. He aprendido mucho sobre mí.

Todavía me quedaba una última sorpresa y es que gracias a mi amigo Nel, comandante de Iberia, había conseguido que volara en Bussines. Gracias, Nel!



Próxima parada Ultraman World Championship Hawaii, donde iré con mi familia!



Pd: si te ha gustado y quieres leer más sobre mis retos, en “El libro del Finisher.com”  encontrarás muchos más. Gracias!!

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